"Cruceros de Roncesvalles", fotografía de D. José Ortiz de Echagüe

jueves, 23 de agosto de 2012

LA ESPADA

 Retrato imaginario de Carlomagno, de Alberto Durero

SÍMBOLO DE HEROÍSMO Y DE EPOPEYA

Plinio Corrêa de Oliveira

En nuestros días, la espada como arma de guerra está del todo superada y ha quedado completamente obsoleta. A nadie se le ocurre la idea de afilar una espada para ir a combatir. En la actualidad, la espada no es un arma de guerra ni para la defensa ni, todavía menos, para la agresión. Así pues, puede decirse que la espada ha sido completamente eliminada del arsenal moderno.

Sin embargo, en todos los ejércitos de los países civilizados los oficiales la portan para las grandes ocasiones. En una época en la que la espada ha desaparecido por completo como arma, permanece como símbolo inmutable, de tal manera que no puede concebirse a un oficial sin ella.

Consideremos otro ejemplo. En varios países existen Academias de Letras en las que vienen a usarse espadas de gala. En las ocasiones solemnes, los académicos portan la espada.

En un momento en que el literato alcanza el apogeo de su gloria, y se le proclama como "inmortal" -el más mortal de inmortalidad...- no se le da una péñola como un ornamento simbólico, ya que sería visto como un artilugio ridículo. De hecho, él se sentiría incómodo si no tuviera una espada.
Hasta hace algún tiempo, el uniforme de los diplomáticos traía incorporado una espada.

Sepulcro de Don Juan de Austria, Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

¿Cuál es la razón de esta supervivencia de la espada como un símbolo? La espada se ha relacionado con una serie de aspectos de la poéticos y heroicos, símbolo de la caballería y de la dignidad humana a ella tan estrechamente asociada. Por lo tanto, en ella está presente habitualmente no sólo la excelente calidad del material utilizado en su fábrica, sino también la belleza de la forma. En una espada es frecuente hallar engastados metales nobles y piedras preciosas. Cuando su propietario tiene una fe ardiente y un espíritu sacral, no duda incrustar en la empuñadura de ella una reliquia del santo más de su devoción.

En la antigüedad clásica todavía no se había formado, alrededor de la espada, toda la leyenda que, sobre ella, vino a forjarse durante la Edad Media. Esta época histórica supo considerar a la espada con  profundidad, fue capaz de sublimarla transformándola en el más alto símbolo de la dignidad humana. Un rey, para ser coronado, siempre usa la espada. En todo lo que es elevado y solemne, en todo aquello que el igualitarismo moderno no ha nivelado, se sigue usando la espada. ¿Qué es más hermoso? ¿Decir: "Heredé de mi padre una espada o decir: "Heredé de mi padre, un frigorífico, un Cadillac o una empresa"? Será tal vez más lucrativo heredar de su padre una empresa, pero es más hermoso que decir: "Heredé de mi padre una espada que, en el campo de batalla, defendió la civilización cristiana. Él fue un héroe y murió en la guerra. La espada que esgrimió como soldado, como un combatiente, es lo que me queda de herencia". Una espada así podrá ser conservada en una capilla, ya que ha asumido el valor de una reliquia.

(Plinio Corrêa de Oliveira - Tradizione, Famiglia, Proprietà -anno 2000, n°1)

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