"Cruceros de Roncesvalles", fotografía de D. José Ortiz de Echagüe

martes, 22 de enero de 2013

DAN BROWN CONTRA DANTE



LA INVENCIÓN DE UN "DANTE INICIÁTICO", A LA MEDIDA DE LA MASONERÍA


Dan Brown se hizo famoso con su novela "El Código Da Vinci". Ahora se anuncia que en mayo saldrá su nueva novela, con el título "Infierno". Está programado que sea publicada primero en Estados Unidos de Norteamérica y en Canadá, para más tarde o más temprano aterrizar en suelo europeo. Véase el enlace:

"Dan Brown rescata el "Infierno" de Dante en su próximo libro" (publicado por el ABC).

Los servicios de publicidad editoriales han adelantado que este nuevo folletón de Brown tomará como hilo conductor de la intriga los supuestos misterios de Dante. Es de suponer que, otra vez más, el personaje de Robert Langdon (un Indiana Jones urbano venido a menos) se las tenga que ver para descifrar las presuntas claves que podrían esconderse en una de las obras máximas de la poesía universal, "La Divina Comedia" de Dante Alighieri. En este sentido, el profesor italiano Massimo Introvigne se ha anticipado a todos los críticos y haciendo alarde de su colosal erudición en un artículo que invitamos a leer nos desvela las claves del misterio que Brown tratará de explotar en su novela

El artículo del Profesor Introvigne puede leerse en La Nuova Bussola Quotidiana, ver el enlace:

"Se Dan Brown "ricicla" anche il Dante esoterico"

El Profesor Introvigne nos remonta, a través de este artículo suyo, a los orígenes de la invención de un Dante esotérico. De este modo podremos ver que, como siempre, Brown presenta temas muy antiguos como novedades, aprovechándose de la incultura de sus lectores y vertiendo el veneno contra el cristianismo y, en especial, contra la Iglesia católica. El Dante esotérico que nos presentará Brown es un tema que tiene una cierta trayectoria, dado a luz por personajes del siglo XIX y del XX que se movieron en las cloacas ocultistas de la masonería y la revolución.

Según la autoridad del Profesor Introvigne hay que retroceder al siglo XIX para encontrarnos con las primeras interpretaciones que difunden una imagen de Dante herético y gnóstico. Será el napolitano Gabriele Rossetti, padre del pintor prerrafaelita Dante Gabriele Rossetti quien, en su exilio londinense, se ocupe por vez primera de articular una interpretación esotérica de Dante Alighieri, suponiendo que el poeta florentino pertenecía a una sociedad secreta de signo gnóstico, heredera de los saberes ocultos de egipcios, pitagóricos y gnósticos y a su vez precedente medieval de los rosacruces y masones más modernos. La invención de Rossetti que tuvo que exiliarse en Inglaterra, perseguido por sus ideas revolucionarias masonizantes y su oposición a los Borbones, pasaría a ser retomada por Eugène Aroux que denunciaría a Dante ante las autoridades eclesiásticas católicas del siglo XIX como un cripto-hereje revolucionario, aconsejando ponerlo en cuarentena.

El poeta italiano Giovanni Pascoli


La influencia ejercida por Rossetti y Aroux sobre el poeta masón Giovanni Pascoli -nos cuenta el Profesor Introvigne- sería de tal envergadura que serviría a éste para reinterpretar a Dante, ahora como un magnífico campeón contra la Iglesia católica; no en vano Pascoli era masón. Fue también Pascoli el que proyectó la formación de un Partido de Dante (socialista no marxista, nacionalista y anticlerical) que no llegó a cuajar en Italia. Años después, la trilogía que Pascoli dedicó a desvelar los secretos de Dante, sería a su vez recogida por el crítico Luigi Valli que sería una fuente decisiva para el esoterista René Guénon en su obra "El esoterismo de Dante" (del año 1925), tal vez la versión esotérica de Dante más conocida en los círculos cultos. Para Guénon a Dante habría que leerlo en dos planos: el exotérico (el plano exterior) que se sirve de una iconografía cristiana y el esotérico (el plano interior), cuyas claves presumiblemente Dante adquiriría en una cofradía invisible que, recogiendo la tesis de Valli, llama la "Fede Santa".

El Profesor Massimo Introvigne nos ayuda a recorrer la genealogía de esta idea que, a buen seguro, habrá llegado a Brown, como no puede ser de otra forma en su caso, severamente depauperada, tal y como nos tiene acostumbrados el autor de "El Código Da Vinci".

Desde que Brown alcanzó la fama con el éxito de "El Código Da Vinci" nosotros siempre hemos pensado que Dan Brown es el legítimo heredero de aquel mixtificador ruso, Sergei Nilus que compuso el tristemente famoso panfleto "Los Protocolos de los Sabios de Sión", uno de los monumentos de la falsificación antisemita. ¿En qué sentido podemos afirmar esto?

En un sentido muy simple: las novelas de Dan Brown tienen como objetivo el desprestigio de la Iglesia Católica, mediante la deformación de la verdad histórica, acusando al cristianismo de haber engañado a la humanidad desde hace 2.000 años, filtrando la sospecha y acusando directamente al cristianismo de constituir toda una conspiración religiosa contra la humanidad, tal y como Nilus hiciera otrora con los judíos. La única diferencia es que, en manos de Brown, ahora ha cambiado el chivo expiatorio: ahora los culpables de todo somos los cristianos.

El libro de Nilus fue leído por los nazis. Con mucha probabilidad, si en el futuro se desplegara una persecución contra los cristianos en occidente podríamos decir sin temor a equivocarnos que uno de los factores que hayan obrado en la "demonización" de los cristianos sea Dan Brown, en tanto que con sus novelones indocumentados y patrañeros, emponzoña las almas de sus lectores: podríamos encontrar en ellos las señales de todo un inductor al odio.

Infame destino el de ser un panfletista. Un personaje sin escrúpulos que adultera la verdad para fomenta el odio anticristiano, que se lucra sembrando las semillas de persecuciones venideras.

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