"Cruceros de Roncesvalles", fotografía de D. José Ortiz de Echagüe

jueves, 28 de febrero de 2013

O FELIX ROMA, O FELIX ROMA NOBILIS





 
O felix Roma, O felix Roma nobilis.
O felix Roma, Roma felix Roma nobilis.
Sedes es Petri, qui Christi vicem gerit,
Sedes es Petri, qui apostolus est pacis.
Pontifex te cum erimus omnes nos

Pontifex es magister qui tuos confirmas fratres.
Pontifex te cum erimus omnes nos
Pontifex es magister qui tuos confirmas fratres.
Pontifex fundamentum ac robur nostrum,
Homi numque piscator pastor es gregis ligans terram et coelum.

Petre, tu es Christi es Vicarius super terram,
Rupes inter fluctus, tu es pharus ac veritas.
Tu Christi es caritas, tu es unitatis custos,
Promptus libertatis defensor; in te auctoritas.
Petre, tu es Christi es Vicarius super terram,
Rupes inter fluctus, tu es pharus ac veritas.
Tu Christi es caritas, tu es unitatis custos,
Promptus libertatis defensor; in te auctoritas.
O Roma nobilis, O Roma felix nobilis.

sábado, 23 de febrero de 2013

IGLESIA, ATAQUES "INAUDITOS" Y "TERRORÍFICOS"

"Al final, Mi Inmaculado Corazón triunfará"


Traducimos al español, por su gran interés, el artículo Chiesa, attacchi «inauditi» e «terrificanti», de Massimo Introvigne 24-02-2013. Este artículo, como suele ocurrir con los textos de Massimo Introvigne, podrá orientarnos en las procelosas aguas que enturbian los enemigos de Dios y podrá permitir que interpretemos la hora presente, con los signos de los tiempos, de estos tiempos que se desenvuelven en la perplejidad, precipitados en la desinformación, la manipulación de noticias y, en fin, toda la corte de mentiras que propala el odio de los enemigos de Cristo y de su Santa Iglesia, los que asestan terribles golpes contra el Romano Pontífice. Nosotros, perseverando en la Fe, nos mantemos fieles al Dulce Cristo en la Tierra, al Sucesor de Pedro, al Santo Padre de Roma y pedimos a Dios que nunca permita que desfallezcamos, que nos asista para mantener siempre nuestra fidelidad a Él, concediéndonos cuanto sea menester para defender eficazmente a la Iglesia Católica hasta el último aliento de nuestra vida.




IGLESIA, ATAQUES "INAUDITOS" Y "TERRORÍFICOS", por Massimo Introvigne.

Así lo revela la nota, cierto que muy inusual, publicada el sábado por la Secretaría de Estado: es un ataque inaudito. Es el ataque al que está sometida la Iglesia en vista del Cónclave, y que es la culminación de cuanto ha sucedido durante todo el pontificado de Benedicto XVI. Una persecución diaria, que nunca se ha detenido. No empleo al azar la palabra "inaudito". Es una palabra muy fuerte que indica que no sólo, con esta gravedad, nunca sucedió antes, sino que -propiamente- tampoco nunca antes se escuchó decir. "Inaudito": que nunca antes ha sido oído. Empleo esta palabra porque es de Benedicto XVI. La emplea, en un pasaje que parece escrito para los acontecimientos de los últimos días, en la encíclica "Caritas in Veritate" (75): "Muchos, dispuestos a escandalizarse por cosas secundarias, parecen tolerar injusticias inauditas". Y con "sufrimientos inauditos" hizo referencia a las matanzas de cristianos en África, cuando el Papa se dirigió en una carta al presidente de los obispos de Kenia en el año 2008.



A "inaudito" hay que añadirle otro adjetivo de fuerza poco común: "terrorífico". El Papa lo empleó en el viaje a Fátima a propósito de los ataques que provenían del seno mismo de la Iglesia: "También es el hecho de que no sólo de fuera vienen ataques al Papa y a la Iglesia, sino que los sufrimientos de la Iglesia provienen precisamente del seno de la Iglesia, del pecado que existe en la Iglesia. Esto también se ha sabido siempre, pero hoy lo vemos de un modo realmente aterrador: que la más grande persecución de la Iglesia no viene de los enemigos exteriores, sino que nace del pecado en la Iglesia" Y -siempre a propósito de los ataques internos- en la carta del 10 de Marzo de 2009, donde explicaba por qué había levantado la excomunión a los obispos consagrados por el Monseñor Marcel Lefebvre (1905-1991), Benedicto XVI utilizó por tercera vez, una fortísima expresión, tomada de la Epístola a los Gálatas de San Pablo: que en la Iglesia hay algunos que quieren "morder y devorar" a los que perciben como adversarios y, por último al mismo Pontífice: "'Pero si mutuamente os mordéis y os devoráis, mirad que acabaréis por consumiros unos a otros'. He estado siempre inclinado a considerar esta frase como una de las exageraciones retóricas que a veces se encuentran en San Pablo. Bajo ciertos aspectos, también puede ser así. Pero desgraciadamente este 'morder y devorar' existe también hoy en la Iglesia."


Revisemos todo esto abriendo los periódicos hostiles a la Iglesia -siempre los de costumbre: desde "Repubblica" al "New York Times", de los que tantos otros se hacen eco, y sorprendentemente también otros medios que se dicen católicos- a propósito del Cónclave. Todo se reduce al escándalo, a la porquería, a la vergüenza. Noticias reales, tales como las relacionadas con los sacerdotes pedófilos son amplificadas desmesuradamente hasta perder cualquier contacto con la realidad, según el mecanismo que la sociología llama "pánicos morales". Ninguno se avergüenza de inventar noticias del todo falsas, como las que continúan circulando por Internet sobre las órdenes internacionales de arrestar a Benedicto XVI o la presunta mención, en el informe de tres cardenales que investigaron el caso Vatileaks, sobre la implicación de prelados cercanos al Papa en escándalos sexuales.

Sólo un cardenal -comprometido en defender el Magisterio del Papa- es citado a los tribunales, en tanto que posible "papable". Con razón o sin ella pronto se denuncia cualquier escándalo, preferentemente ligado a la pedofilia y, todavía mejor, remontándose a unas décadas atrás, pero sobre el cual -véase el caso- los jueces reclaman la declaración al cardenal precisamente en estos días. Le está sucediendo en los Estados Unidos al cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York y presidente de la Conferencia Episcopal, según un modelo de "justicia de relojería" inventado por ciertos fiscales italianos, empero extendido ahora por todo el mundo. Y no es el único caso.

¿Quién ha conspirado contra Benedicto XVI y ahora conspira contra el Cónclave? ¿Quién "muerde y devora"? ¿Quién, con estrategias "terroríficas", trata de encubrir sus "injusticias inauditas"? La respuesta es compleja, y ciertamente no hay un único "personaje", un único director. Para comprenderlo mejor, podemos examinar la primera gran ofensiva que se orquestó contra Benedicto XVI, a partir del discurso de Ratisbona del 12 de Septiembre de 2006, que contenía una cita juzgada como en algo ofensiva en lo que concernía al Islam y a los musulmanes.

Apenas pronunciado este discurso, se inició un proceso en tres fases. La primera fase: un buen número de medios de comunicación occidentales, a la cabeza el de costumbre -New York Times-, sacando la cita fuera del contexto y, de golpe y porrazo, abriendo la primera página con la noticia de la presunta ofensa a los musulmanes. Segunda fase: el coro al unísono de los líderes católicos hostiles al Papa, complacientemente conceden entrevistas a los mismos medios de comunicación. En tercer lugar: los musulmanes ultra-fundamentalistas difunden la noticia en los países donde operan y se pasa a la violencia, contra monjas y sacerdotes, golpeados y asesinados, y son incendiadas las iglesias.


Este esquema se vuelve a encontrar en muchos otros episodios. Un ejemplo típico es aquel de Marzo de 2009 cuando -sobre el avión que lo llevaba a Camerún- Benedicto XVI responde a un cronista francés que le hizo una pregunta sobre el SIDA, explicando que la distribución masiva de preservativos no resuelve, sino que agrava el problema. La respuesta del Papa -por otro lado, científicamente correcta- ocupa las noticias internacionales durante todo el viaje, eclipsando sus profundas enseñanzas sobre las fechorías de las instituciones internacionales y algunas multinacionales en África -y tal vez puede que con ese sólo propósito. También aquí están los principales medios de comunicación laicistas para montar bulla, pero entonces -la segunda fase- intervienen para "morder" al Papa los teólogos progresistas y los "católicos adultos". Por lo que -es la tercera fase- llega la violencia, no física esta vez, pero institucional de los gobiernos como Bélgica que critican al Papa y anuncian medidas contra la Iglesia. Se crea aquí el contexto en el cual, después de algunos meses, la policía belga, a la caza de improbables pederastas, secuestrará físicamente por unas horas a los obispos locales y abrirá las tumbas de dos cardenales, para buscar en ellas documentos relativos a la pedofilia que allí hubieran podido ser escondidos, tal y como una de las peores páginas de Dan Brown.


Los ataques son "inauditos" precisamente por no proceder de una sola parte. Contra Benedicto XVI y hoy contra la Iglesia y el Cónclave se puede decir que los promueven cinco enemigos distintos.

El primero, tal vez más potente y peligroso, es el constituido por la galaxia de organizaciones laicistas, homosexualistas, masónicas, feministas, desde las clínicas de aborto y eutanasia, desde industrias farmacéuticas que venden productos abortivos, de los abogados que reclaman indemnizaciones multimillonarias por los casos de pedofilia. Estos lobbys odian a la Iglesia por su oposición intransigente al relativismo y por su defensa de los principios no negociables en los temas de la vida y de la familia, que muchas veces también incomodan negocios muy lucrativos. Y es un lobby que tiene una influencia de verdad que "inaudita" sobre los medios de comunicación mundiales más potentes.


El segundo grande enemigo de la Iglesia, a menudo peligrosamente descuidado por el malentendido espíritu de diálogo y "buenismo", es el ultra-fundamentalismo islámico. Ilusionado en que es de veras posible para el Islam reemprender la conquista del mundo entero, entusiasmado por sus éxitos, primero terroristas -a partir del 11 de Septiembre- y después politicos, el segmento más radical del Islam fundamentalista ha sufrido como una herida intolerable que los cristianos hayan sobrepasado, según estadísticas, a los musulmanes en el continente africano -el dato se refiere a África en su conjunto, incluido el Magreb -y ha respondido con asesinatos y masacres. A este fundamentalismo radical Benedicto XVI -muy cuidadoso en no confundirlo con el Islam en general- siempre lo ha tenido en cuenta. Ciertamente, el ultra-fundamentalismo islámico está ideológicamente muy lejos del laicismo. Pero está dispuesto a aprovechar los medios de comunicación laicistas para atacar a la Iglesia, y aprovecharse del silencio de estos medios cuando su violencia se dirige contra los cristianos.  


El tercer gran enemigo de Benedicto XVI ha sido y es el progresismo católico y la acción insistente y fastidiosa de aquellos "católicos adultos" y teólogos que han visto amenazados su autoridad y su poder en la Iglesia con el desmantelamiento, llevado a cabo por Benedicto XVI, de aquellas interpretaciones del Concilio Vaticano II en términos de discontinuidad y ruptura con el Magisterio precedente, interpretaciones sobre las cuales y durante décadas habían construido carreras y fortunas. Y hoy, a la vista del Cónclave, este progresismo -cuyas quejas encuentra rápidamente eco en los medios de comunicación internacionales de signo laicista- intenta agredir de antemano a los cardenales más activos y fieles en difundir estas enseñanzas del Pontífice.


Pero la "hermenéutica de la reforma en la continuidad" del Vaticano II del Papa Ratzinger, si subrayó la continuidad, también ha precisado siempre que no es facultativo aceptar, del Concilio, el elemento de reforma.Y justo sobre el punto según el cual es obligatorio aceptar el Concilio en sus documentos, y también en su sentido de acontecimiento histórico global, Benedicto XVI ha sido atacado cada vez con mayor acritud también por un cuarto frente, el de los ultra-conservadores que tal vez al inicio se habían ilusionado con encontrar en él un cojín y un sostén. Solo el que no conoce estos ambientes no se da cuenta de cuantas voces y rumores -más tarde recogidos por los medios de comunicación anti-católicos- han sido inicialmente difundidos justo aquí, y de cuantos daños han producido los ataques que han tratado de golpear a Benedicto XVI sobre el punto grave y delicadísimo de la ortodoxia doctrinal, sembrando dudas y sospechas. Y en los últimos días hemos visto que el respeto ostentado por ciertos ambientes ultra-conservadores por el Papa no era nada más que fachada, cuando algunos, con un violento mal gusto, lo han comparado incluso con el capitán Schettino* (ver nota abajo), y le han atacado sin reservas por el discurso a los párrocos romanos, donde Benedicto XVI reiteró el deber de fidelidad de todos al verdadero Vaticano II, que era y es diferente de su representación a menudo distorsionada en los medios de comunicación.


Por último, Benedicto XVI ha tenido también un quinto enemigo, inconsciente e involuntario, pero no por ello menos peligroso. Se trata de las imprudencias, demoras y errores de comunicación de los mismos colaboradores del Papa. En la época de Internet y de Facebook si una noticia falsa no se desmiente en dos o tres horas, la posibilidad de réplica eficaz se reduce a poco más que cero. Mejorar la comunicación de la Santa Sede es uno de los grandes desafíos que ocuparán al próximo Pontífice.


Los resultados de estos ataques "inauditos", lo dijo entonces el Papa en el viaje a Fátima, son a su vez inauditos. No solo leyendo los periódicos o mirando la televisión nos encontramos ante "ambientes humanos donde el silencio de la fe es más amplio y profundo: los políticos, los intelectuales, los profesionales de la comunicación que profesan y promueven una propuesta monocultural, con desprecio por la dimensión religiosa y contemplativa de la vida". Es que también la misma fe está en peligro de muerte. "La fe en amplias regiones de la tierra corre el riesgo de apagarse como una llama que languidece y no se aviva". No sólo hay corifeos del secularismo, sino que "no faltan creyentes que se averguenzan y que tienden una mano al secularismo". Y el resultado es que la misma verdad natural se ve mermada: y todo "pueblo, que deja de saber cuál sea la justa verdad muere perdido en los laberintos del tiempo y de la historia". 


No ver lo tan "inauditos" que son los ataques no es cultivo de la esperanza cristiana, sino solo imprudencia. "El hombre ha podido desencadenar un ciclo de muerte y de terror, pero no logra detenerlo", dijo entonces el Papa en Fátima. Al mismo tiempo, justo en Fátima, el Papa ha recordado las palabras de la Santísima Virgen María que, después de haber anunciado terribles tragedias, concluyó su mensaje en Portugal anunciando: "Al fin, mi Inmaculado Corazón triunfará". Sí, repetía entonces Benedicto XVI, "ningún poder adverso podrá destruir jamás a la Iglesia". Probablemente corresponderá al próximo Pontífice celebrar en 2017 el centenario de las apariciones de Fátima. Ahora merece la pena releer, con temor y esperanza -toda vez hecha la consideración tan realista de la crisis inaudita y "terrorífica"- cuanto Benedicto XVI hubo afirmado en Fátima el año 2010, a siete años vista del centenario del 2017: "Que estos siete años que nos separan del centenario de las Apariciones puedan apresurar el preanunciado triunfo del Inmaculado Corazón de María, a gloria de la Santísima Trinidad".

NOTA:

*Recordamos que el capitán Francesco Schettino se encontraba al timón del crucero italiano "Costa Concordia" y que, por su imprudencia, llevó al barco a chocar contra un arrecife de la costa italiana, provocando un siniestro de gran envergadura, esto ocurrió el viernes 13 de Enero de 2012.

Massimo Introvigne, en LA NUOVA BUSSOLA QUOTIDIANA


jueves, 21 de febrero de 2013

OBEDECED AL PAPA COMO A UN JEFE Y AMAD AL PAPA COMO A UN PADRE


Monseigneur Charles Gibier, Obispo de Versalles

Obedeceréis al Papa como a un jefe y le amaréis como a un padre.

El libertador de Irlanda, O'Connell, quiso morir en Roma. Detúvole la enfermedad en Génova, y en sus últimas disposiciones dejó su cuerpo a Irlanda, su corazón a Roma y su alma al cielo. ¡Su corazón a Roma! Efectivamente, hacia este punto deben volverse los afectos de un cristiano. Amar al Papa como se ama a un padre.

Obedeced al Papa como se obedece a un jefe. ¿Por ventura no creeis que todos los enemigos de la Iglesia pegan en la cabeza para destruir el cuerpo, que el Papa los molesta, que quisieran despopularizarlo y suprimirlo? La conducta de los impíos nos dicta la nuestra. El Papa se muestra cabeza espiritual. Cuanto más combatido es, más debemos apretarnos en torno suyo y acoger con respeto sus órdenes, sus consejos y todos los ecos de su voz.

"Conferencias apologéticas. Objeciones contemporáneas contra la Iglesia" Volumen I, Monseñor Carlos Gibier, Obispo de Versalles. Traducción de la vigésima edición francesa por el Doctor Modesto H. Villaescusa. Editorial Litúrgica Española, S. A., Barcelona, año 1926.




sábado, 16 de febrero de 2013

CON PEDRO, CON BENEDICTO XVI



"¡Oh Padre! ¿Quién hubiera podido esperar que llegaríais a semejante extremo, y que, después de haber convertido y civilizado a Europa, os veríais obligado a decirle, como en otros tiempos San Pedro: "No tengo oro ni plata; pero todo lo que poseo, os lo doy. Poseo la verdad, que ilumina todavía con sus rayos cautivos a vuestra Europa agitada; poseo la gracia, cuya misteriosa circulación a través de las almas suscita en ellas las únicas virtudes que permanecen, y que bastarían para salvaros; poseo la autoridad, que sostiene lo que os resta de autoridad; creo la obediencia que vosotros destruís, y mantengo sobre vuestras cabezas un rayo de majestad, de la que ya no sois dignos". ¡Oh Padre, experimentamos semejantes beneficios! ¡Oh Vicario de Jesucristo, humillado y triunfante en proporción de los desprecios que os rodean, no os abandonaremos jamás! Lucharemos con vos hasta el fin; no escatimaremos nuestro oro ni nuestra sangre; y mientras dure la crisis, tendremos presentes en la memoria estas magníficas palabras de San Luis:

"Querido hijo, no olvides jamás al Papa de Roma, y ayúdale en todas sus necesidades"."

Monseñor Bougaud, "El cristianismo y los tiempos presentes", Tomo IV "La Iglesia", pp. 516-517.

Nunca olvidaremos a Benedicto XVI. Nunca agradeceremos suficientemente todo su amor paternal, todas sus enseñanzas, su Holocausto a Dios. Quisiéramos reparar todas las ofensas que ha recibido durante su Pontificado, todas las amargas deslealtades y traiciones, todo el odio de sus rabiosos enemigos internos y externos. Y lo haremos, permaneciendo fieles a Él. Estará por siempre en nuestros corazones y pedimos a Dios que nos confirme en la fidelidad a la Iglesia y en la lealtad a Benedicto XVI, el Sucesor de Pedro.

El eximio apologista francés Monseñor Louis Victor Emile Bougaud (1824-1888), Obispo de Laval




sábado, 9 de febrero de 2013

RAZONES PARA FORTALECER LA ENSEÑANZA RELIGIOSA



 Autor: Harry Robert Mileham. Cuadro: "El flautista de Hamelin". Año: 1942.

SECTAS Y CONTRA-SECTAS

Las sectas crecen en las modernas sociedades, donde tras décadas agrediendo a la familia -célula de la sociedad- se han ido destruyendo los vínculos familiares: cuando las  células sociales básicas sufren una agresión de tal envergadura se resiente el tejido social, y la misma sociedad languidece y declina. Según el sociólogo Zygmunt Bauman hoy parece prevalecer la "modernidad líquida": con ello alude Bauman a este tipo de sociedad donde la revolución internáutica (las redes sociales, el chat... Y los diversos medios de comunicación internáuticos) han permitido un flujo de información y relaciones interpersonales como nunca se ha podido ver en el pasado, pero donde la mayor parte de las veces estas relaciones se muestran evanescentes y vacías por la desconfianza o la superficialidad, por la falta de contenido real, mostrando a la postre unas relaciones cuya mejor metáfora tal vez sería la sugerida por Bauman: lo "líquido" (virtual) frente a lo "sólido" (real). Tanto en el ámbito virtual como en el real, las sociedades occidentales, instaladas en un relativismo que impregna todos los órdenes, asisten al despliegue de todo un supermercado pseudo-religioso (New Age y otros fenómenos son sucedáneos espiritualoides). En este relativismo prosperan y proliferan los estafadores, los alucinados y los delincuentes pseudo-espirituales: las sectas. Y es que, contra lo que afirman los ateos y promueven los laicistas, muy a su pesar -si tuvieran inteligencia- ateos y laicistas tendrían que reconocer que la anulación de la religiosidad humana es imposible, por más que lo intenten con sus campañas propagandísticas o sus leyes inicuas que marginan, discriminan y pugnan por conducir a las catucumbas a los más diversos credos cristianos: sobre todo, asestando golpes mediáticos o físicos contra los ortodoxos y nosotros los católicos romanos.

Por mucho que se empeñen, en todo ser humano alentará siempre el anhelo de religiosidad. Si los canales a la religión tradicional de un país son obturados, las personas buscarán en otras partes. Y cuando eso ocurre, cuando los adolescentes y jóvenes (también afecta a los adultos) no pueden entroncar con su tradición religiosa, los adolescentes y jóvenes se convierten en fáciles presas de sectas destructivas, lideradas en tantos y tantos casos por siniestros personajes con perfil psicópata. Estos adolescentes y jóvenes, en sociedades así, como la nuestra, son captados por sectas y, una vez que caen en la trampa, experimentan una degradación de su dignidad humana: los "sectarizados" pierden su personalidad, son apartados de sus ámbitos familiar y social y son explotados laboral o sexualmente por los líderes de estas asociaciones de malhechores. En todo gurú sectario hay un peligroso flautista de Hamelin, psicópata y manipulador.

Oleg Vladimirovich Zaev, Director del Centro para la lucha contra organizaciones sectarias de Novosibirsk


Así ha pasado y está pasando en muchos lugares del planeta. Recientemente ha sido en Rusia donde se ha procesado a un líder sectario -Konstantin Rudnev- que fundó el "Ashram Shambala" en 1989, captando miles y miles de jóvenes, a los que sometía a prácticas aberrantes, abusando de ellos sexualmente y atentando contra los derechos de los miembros de su organización criminal. La Justicia rusa ha actuado con rigor. Pero lo que más nos ha impresionado de la noticia (que puede leerse aquí) es la magnífica conclusión que extraía de toda esta triste historia Oleg Vladimirovich Zaev, director del Centro para la lucha contra organizaciones sectarias de Novosibirsk, que propone enmendar y mejorar la legislación que aplaque esta lacra tan perjudicial y a la vez, desde las escuelas, se fortalezca y mejore la enseñanza religiosa:

"Por una parte, hay que mejorar el nivel de la educación de los ciudadanos en asuntos religiosos y, entre otras cosas, incluir clases de religión en las escuelas. Al mismo tiempo, hay que dar a conocer a la población las principales técnicas que utilizan los estafadores en el ámbito religioso y psicológico” -afirma Zaev.

Esta que aporta Oleg Zaev es una razón poderosa para defender la Enseñanza Religiosa Católica en España y no esas melífluas pamplinas que algunos tratan de argumentar (véase, aunque puede espantar por la ineficaz inanidad y la concesión a los tópicos más vanos, este decálogo que han publicado recientemente los delegados de Educación de las Diócesis de Euskadi: esas son las razones para "animar" a la inscripción de los niños en Enseñanza Religiosa: ¿qué padre o madre se dejaría convencer por esas vaguedades?). 

Pero, claro: por supuesto, ni que decir tiene que la Enseñanza Religiosa Católica -que tanto bien puede hacer- requiere, para este cometido social (de interés general) un cuerpo profesoral previamente formado en el conocimiento de esos llamados "movimientos de nueva espiritualidad" (o sea: sectas), tan peligrosos para nuestros jóvenes y para nuestra sociedad, así como saber el "modus operandi" de estas organizaciones nefastas.

Las sectas son venenos de una ciénaga que crece cuando no se tienen las ideas claras desde el poder político y se ha bajado la guardia desde la religión tradicional, que tiene que salir del rincón al que la han llevado sus enemigos. Y en este asunto de combatir a las sectas desde la enseñanza cualquier persona con un mínimo de inteligencia, aunque no sea católico, estará de acuerdo. La mejor forma de proteger a nuestros adolescentes y jóvenes de estas organizaciones delictivas y destructivas es una buena educación religiosa y leyes que impidan que personajes execrables puedan actuar haciendo prosélitos para sus organizaciones, ámbitos en los que impunemente cometen abusos intolerables contra las personas.

Pero, en España, como es la costumbre, se preferirá seguir soplando la gaita, por parte de los católicos acomplejados y pusilánimes... Y los políticos españoles -cuya formación cultural tanto deja que desear- optarán por la "libertad religiosa", sin saber definir a ciencia cierta lo que es una "religión", sin preocuparse por distinguir una religión de una organización criminal que opera bajo cobertura pseudo-espiritual (esto es: secta).

UNA EDUCACIÓN RELIGIOSA PRESERVA A LA JUVENTUD, PROTEGIÉNDOLA DE LAS SECTAS DESTRUCTIVAS

martes, 5 de febrero de 2013

UN "SAN DIMAS" EN EL TEATRO SOVIÉTICO

Cristo y San Dimas, el Buen Ladrón: Tiziano.


Lo que el lector va a tener ocasión de leer ocurrió realmente. No se encuentra mucha información sobre esta anécdota, pero es real. Hemos tenido ocasión de encontrarla en inglés, pero la mayor prueba es que la publicó el ABC de Madrid y hemos puesto, al final del texto, el enlace con la Hemeroteca del prestigioso diario español. Hemos tratado de buscar alguna fotografía del protagonista de esta anécdota, pero nos ha sido imposible hallarla: ni siquiera consultando en fuentes rusas. Constituye un testimonio de la grandeza humana, además de una prueba de la eficacia con la que obra el Espíritu Santo en los corazones que se convierten a Cristo Jesús. Leer esta anécdota nos ha edificado y esperamos que edifique a nuestros lectores.


Sobre las tablas de un escenario moscovita, contemplado por un público que abarrotaba el teatro, el actor soviético Alexander Rostovtsev tenía que interpretar el papel protagonista en una burda y grosera comedia, producto de la propaganda atea, plagada de blasfemias. Rostovtsev pertenecía a la elite cultural de la U.R.S.S. y era un acérrimo marxista. El escenario representaba un altar burlesco: la cruz estaba hecha de botellas de vino y cerveza. Los popes gordinflones cantaban una misa de borrachos, pronunciando fórmulas blasfemas. Unos monjes jugaban a los naipes, mientras bebían alcohol y gastaban bromas de mal gusto.

En aquel aquelarre diseñado por el rabioso y delirante marxista que había escrito aquella blasfemia aparece el actor estelar: Alexander Rostovtsev. Interpretaba a Cristo y vestía una túnica, traía en las manos el Nuevo Testamento. El guión decía que debía leer dos versículos del Sermón de la Montaña, para acto seguido arrojar el libro con desdén y gritar: "¡Dame mi frac y mi sombrero! Prefiero una sencilla vida proletaria". Todo el mundo esperaba la intervención de Rostovtsev, anticipadamente los espectadores se solazaban, imaginando alguna blasfemia que reír. Pero sucedió lo que nadie podía suponerse. 

El actor leyó los dos versículos que mandaba el guión, sí: pero lo hizo con el mayor respeto y no arrojó el Nuevo Testamento, sino que continuó con las Bienaventuranzas: "Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra" y así... Con el máximo respeto: incluso conmovido. El apuntador le hacía señas desesperadas para que se detuviera, pero el actor siguió con las Bienaventuranzas, hasta que terminó. El público había quedado suspenso. Los jefes de la KGB se miraban impotentes, reprobaban con la cabeza aquella inesperada intervención dramática que había echado a pique toda aquella irreverente farándula.

Cuando Rostovtsev concluyó las palabras del Sermón de la Montaña, se persignó a la manera ortodoxa y dijo las palabras de San Dimas, el Buen Ladrón: "
Señor, acuérdate de mí cuando estuvieres en tu reino" y a continuación abandonó el escenario. Nunca más se volvió a saber de Alexander Rostovtsev. No quedó ni rastro de él. Por este último papel que hizo esperemos que Dios se acordara de él y lo admitiera en su Reino.




Reproduzco aquí abajo la noticia textual de este suceso, publicada en su día por el ABC de Madrid.




NOTICIA:

"Edición de la mañana del ABC de Madrid, Domingo 27 de Junio de 1965

UN ACTOR RUSO SE CONVIERTE AL CATOLICISMO INTERPRETANDO EL PAPEL DE CRISTO

Roma 26. Ha llegado la noticia de que el célebre actor ruso de teatro Alexandre Rostovzev, se ha convertido al cristianismo durante la representación de una comedia titulada: "Cristo en frac". La obra teatral ridiculizaba al cristianismo, presentando a los popes y monjes ortodoxos bebiendo vodka y jugando a los naipes sobre el altar de una iglesia. En medio de esta escena aparece Cristo en persona para pronunciar un grotesco Sermón de la Montaña. Rostovzev pronunció con toda dignidad el texto de las Bienaventuranzas y después, en medio de un gran silencio, hizo la señal de la cruz a modo oriental y exclamó las palabras del buen ladrón en la cruz: "Señor, acuérdate de mí cuando estuvieres en tu reino".

Enlace con la Hemeroteca del ABC de Madrid: 27/06/1965






http://challengeacepted.files.wordpress.com/2011/05/sergei_eisenstein.jpg
El cineasta soviético Serguéi Eisenstein, posando con una calavera



sábado, 2 de febrero de 2013

LOS "GOTTESFREUNDE": LA PERSECUCIÓN DE LOS BUENOS


"Regocijaos en el Señor" (1896), mural de Viktor Vasnetsov


ECKHART Y LOS "GOTTESFREUNDE"

En la Edad Media tuvo lugar el florecimiento de la mística católica: el foco fue el dominico Maestro Johann Eckhart (Hochheim, 1260 - Aviñón, 1327). En 1329 el Papa Juan XXII condenó algunas de sus doctrinas por hallarlas heterodoxas. El místico dominico, antes de morir, se había retractado con gran humildad de todo cuanto hubiera escrito o dicho que contraviniera el Depósito de la Fe, proclamando su voluntad de permanecer siempre obediente a la Santa Madre Iglesia, con estas palabras:

"Yo, maestro Eckhart, doctor en Sagrada Teología, protesto ante todo, tomando como testigo a Dios mismo, que siempre he rechazado, en cuanto he podido, todo error sobre la fe y toda corrupción de costumbres, ya que esos errores son contrarios a mi condición de maestro y a mi Orden. Por tanto, si se encontrasen proposiciones erróneas concernientes a lo que yo he dicho, escritas por mí, dichas o predicadas, en privado o en público, en cualquier momento o lugar, directa o indirectamente, según una doctrina sospechosa o falsa, yo las revoco aquí expresamente y públicamente, ante todos y cada uno de los presentes...".

Lo equívoco de su lenguaje y la condena eclesiástica es empleado con malas artes por algunos personajes y grupos, de los que podríamos incluir en ese fenómeno nebuloso llamado "New Age". Es por ello que podemos ver que el Maestro Eckhart es citado y empleado frecuentemente en libros y círculos sospechosos, con el capcioso propósito de confundir a los cristianos. Sin embargo, su humildad y obediencia a la Santa Iglesia, la vida ejemplar del Maestro Eckhart y sus frutos (tantos y tantos discípulos que adelantaron mucho en su vida espiritual y mística, hoy santos o bienaventurados) rehabilitan su figura para nosotros los católicos, así como su obra, siempre y cuando sea leída tal y como marca la Santa Madre Iglesia, para evitar cualquier equívoco. No en vano, el año 1992 la Congregación para la Doctrina de la Fe rehabilitó al Maestro Eckhart.

El Rvdo. P. Fray Luis G. Alonso Getino, O. P. (Lugeros, 1877 - Madrid,1946) publicó el año 1922 unas luminosas páginas sobre ese colosal movimiento místico del que el Maestro Eckhart fue uno de los máximos exponentes: los "Gottesfreunde" fueron una de las más asombrosas redes invisibles de santos y santas de toda Europa que se escribían, se visitaban y vivían, en sus celdas conventuales o en sus casas, la aventura más silenciosa de todas: la santidad. El P. Getino llega a decir: "El caso se presenta como único en la historia, si es que en nuestros días no se está repitiendo". Y eso lo escribe en 1922: el mismo año en que en España San Josemaría Escrivá de Balaguer recibía los grados de ostiario y lector, exorcista y acólito; San Pedro Poveda trabajaba incansablemente en su fundación; Plinio Corrêa de Oliveira en Brasil se preparaba para su gran Cruzada contra-revolucionaria... Y tantos y tantos "amigos de Dios" por todo el mundo eran instrumentos aptos para el crecimiento del Reino de Cristo, con ese discreto y silencioso proceder del Espíritu Santo.

Ofrecemos aquí abajo unos pasajes del P. Getino sobre este asunto de los "Amigos de Dios" de la Cristiandad medieval.
Maestro Eckhart

 LOS GOTTESFREUNDE Y LA PERSECUCIÓN DE LOS BUENOS

"Los amigos de Dios (Gottesfreunde), que así se les llamaba y aún se les llama, formaron una red de prosélitos que se extendió, no sólo por Alemania y Austria, sino por Bélgica, Francia e Italia, y aun por España, según dan a entender las cartas de Venturino de Bergamo, modernamente publicadas, incorporando así, no sólo a los dominicos, que fueron los más señalados campeones, sino a benedictinos, cartujos, carmelitas, agustinos, franciscanos de ambos sexos y a seglares de todo sexo, edad y condición.

Los más conocidos caudillos de aquella singular cruzada del anonadamiento propio y de la unión con Dios, fueron:

El Maestro Eckhart, el viejo, patriarca de todos, al que veneraban como a un profeta, calificándole de "maestro sabio", "maestro que enseña todo camino de verdad", "maestro a quien Dios nada oculta jamás", "el bienaventurado", "el santo", "el divino maestro". Susón mismo le llama "muy santo maestro", asegurando que con sus consejos le sacó del mar de tribulaciones que le había afligido diez años, y que se le había aparecido resolviéndole dudas sobre la vida espiritual. Taulero, el "doctor iluminado", llama a Eckhart "teólogo insigne y venerable padre".

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Juan Ruysbroeck, "lira del Espíritu Santo", Henrique Susón, Venturino de Bergamo y Juan Taulero superaron en cierto modo la fama del Maestro, porque sus escritos tuvieron más fortuna, aunque todos tuvieron raras vicisitudes [...], raras y sorprendentes para el común de los mortales. No lo serían tanto para los amigos de Dios, particularmente para aquel "a quien Dios jamás ocultaba cosa alguna". Los que predicaron con tanta insistencia la desolación, la tribulación, la aniquilación misma de la voluntad propia, como presupuesto indispensable para la unión con Dios, era preciso que supieran por experiencia lo que purifica y desprende del mundo la más terrible de las persecuciones: la persecución de los buenos.

Porque los místicos y, en general, las almas que anhelan perfección no pueden diferenciarse de los mártires por la cantidad de tormento y de prueba, que a todos ha de ser común, sino en que unos son martirizados rápidamente por los tiranos enemigos del cristianismo y otros lentamente por los mismos cristianos. A este propósito suelen decir los místicos que como el diamante se pule mejor que con nada con polvo de diamante, así las almas escogidas se purifican más eficazmente con la contradicción de los buenos, unas veces dando motivo a la persecución con sus imprudencias y equivocaciones, y otras porque la Providencia permite la incomprensión entre los buenos para que surja el choque y con él la prueba y el merecimiento. Una de las prácticas por que más batallaron fue la de la comunión frecuente y aun diaria, que los amigos de Dios querían restablecer.

Por toda clase de pruebas y persecuciones pasaron los amigos de Dios, que empezaron por ver a su Maestro común discutido, procesado y hasta condenado. ¡Cosa rara! Aquel hombre que, como dice Verner; "llena toda la literatura alemana de la época con sus ideas, con su doctrina y hasta con su nombre"; aquel maestro de espíritu que dirigía centenares de almas contemplativas y a quien los maestros veneraban como maestro, encarnación tan profunda del genio alemán, que Lutero quiso apoyarse en él y los hegelianos le tienen por precursor de Hegel, se vió procesado, y no por imaginarios defectos, sino por verdaderas exageraciones de frase, más propias de un exaltado que de un escolástico, como él era.

El maestro Eckhart, al principio, quiso despreciar la tormenta; más luego, viendo lo que de ella pudiera derivarse para su obra, y como presintiendo su próxima muerte, se subió al púlpito de la Iglesia de Colonia, y con gran aparato y solemnidad se retractó por adelantado de cuanto pudieran encontrar en sus escritos y sermones, erróneo, según el juicio de la Iglesia, muriendo al poco tiempo, en 1327."

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